viernes, 29 de mayo de 2015



                                  ALHAMAR

             TRISTES ETAPAS     (porque no está en nuestra mano otra cosa)



                               

                                    Efímera como una flor  ¿Así de bonita debería ser nuestra vida?


  Después de tanto tiempo no se como retomar la entrada en este rincón, intentaré que los pocos seguidores que me atendían, sigan leyendo mis humildes escritos, intentaré ser más constate en mis apariciones.
Naturalmente no siempre están el ánimo y la moral preparados para ponerse a escribir cosas y algunas veces el entorno no nos propicia la constancia y continuidad que desearíamos.
Desde la última entrada (15-12-14) a aquí pasaron varios meses llenos de circunstancias que de un modo u otro hicieron variar el estado anímico de toda la familia.
La "matriarca" de la familia venía padeciendo una diagnosticada una enfermedad degenerativa en la que si bien los avances eran lentos, no por ello los que convivíamos el día a día dejábamos de apreciar el progreso creciente e inexorable del deterioro mental y físico que se obraba en ella, con el consiguiente desánimo y dolor de quienes éramos los encargados de su atención.
Cuando cuidas de alguien enfermo no sabes con certeza si lo estás haciendo bien o si por el contrario podrías hacer más o algo distinto y mejor para paliar su dolencia y ayudarla a sentirse un poco más aliviada en sus padecimientos y procurarle una mejor calidad de vida.
La incertidumbre es la que te mantiene en un sinvivir y condiciona la propia vida, el mañana nos abruma y nos hace flaquear, bajándonos la moral y el estado de ánimo, sin embargo yo opino que ante estas circunstancias lo mejor es no pensar en mañana, hay que vivir el presente, el día de hoy, porque mañana ha de venir inexorable pero eso será mañana y ese es otro día
A la enfermedad que  estaba ahí, con su avance ininterrumpido, se vinieron a sumar otras complicaciones que hicieron aún más dolorosa la fatídica enfermedad hasta devenir el desenlace que si por una parte era esperado, no dejó de producirnos el dolor de perder un ser tan querido como nuestra madre, abuela y suegra que durante tantos años se ocupó de todos nosotros.
Naturalmente a pesar de habernos dejado tal ser querido hemos de iniciar o mejor dicho continuar con la vida a la que llegamos un día, y porque en nuestro recuerdo y en nuestro corazón estará siempre ella:       Aurelia,  que nos enseñó a luchar en esta vida y nos mostró el camino del trabajo y el esfuerzo en aras de un mejor porvenir.
Sus  nietos y biznietos(que  hijos y nietos nuestros son), necesitan de nosotros y de nuestras vidas para continuar el ciclo que no debe interrumpirse y que desde la creación de la familia ha funcionado así.
No deso hacer un panegírico con las cualidades y virtudes de "La Abuela" pues nunca me ha gustado aquello de las alabanzas despues de desaparecido pero si que quiero que esta entrada sea un pequeño
y humilde  homenaje a la persona trabajadora y dedicada a los suyos que luchó contra adversidades para sacar adelante su casa y encarrilar las de los demás.
Somos herederos de algo que no necesita testamento y que estamos obligados a transmitir a nuestros hijos y nietos, el legado de vida recta y ejemplar que vale mucho  más que todo el oro del mundo.
Puestos en esa tarea, nos sentiremos alabados y ogullosos cuando nuestros descendientes sean reconocidos por la calidad humana de sus sentimientos y decisiones, independientemente de sus , capacidades, intelectuales o laborales, con las que indudablemente tambien nos sentiremos orgullosos.


                                 


                                            ¿Que es la flor sin el ramaje que la cobija?

                  


                                   29 de Mayo de 2015







                                                                          ALHAMAR




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