lunes, 1 de junio de 2015



                     ALHAMAR

                    LA BUENA Y LA MALA EDUCACIÓN   ( ¿que se será eso? dicen algunos  )

    Nada mejor que empezar definiendo lo que es la educación según lo contemplan todas las definiciones que he encontrado en "la red".
Dice así:  EDUCACIÓN.  Formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.
También puede ser: EDUCACIÓN: El concepto educación comprende el nivel de cortesía, delicadeza y civismo demostrado por un individuo y su capacidad de socialización. La educación es la que transmite la cultura, permitiendo la  evolución del ser humano, además no solo se transmite de palabra, también se hace con gestos, acciones, sentimientos y actitudes.
CORTESÍA: Demostración, acto o cosa con que se manifiesta amabilidad y buena educación.
HOSPITALIDAD:Amabilidad y atención con que una persona acoge a los visitantes en su casa y en su tierra
ELEGANCIA:Buen gusto, mesura y exquisitez en su comportamiento
GROSERÍA:Mal educado, poco delicado. Descortés, falto de atención y respeto
¿Y todo esto a que viene?. 
 Sin ánimo de ofender, creo que últimamente el sentido cívico del comportamieto de las personas en determinados momentos y situaciones ha dejado de tener la importancia que merece en el escalafón de valores humanos.
Décadas atrás atribuíamos a la incultura y la falta de formación e información, determinadas actitudes que se producían en los diversos ámbitos de las sociedades. y así cuando alguien se destacaba desagradablemente se decía de el que era un <mal educado>, o cuando el comportamiento del individuo resultaba grosero se le tachaba "sin educación ni modales" aún si saber el grado y nivel académico del susodicho.
En esos tiempos había diversas formas de manifestar la buena o mala educación y en general en ausencia de conocimientos más culturales, el comportamiento tendía a ser respetuoso en todos los círculos de la sociedad desde la mas alta a la más humilde.
 De un tiempo a esta parte  la sociedad ha sufrido un cambio radical y los valores que antes eran signo de aprecio y valoración se han devaluado hasta límites insospechados y ahora que disponemos de más medios de información, de mejores formas de aprender y nuevos canales en donde educarnos, somos más mal educados.
Ahora nos importa poco lo que los demás opinen si no es lo que nosotros queremos, nos falta esa empatía que nos permita ponernos en el lugar del otro y no escuchamos los razonamientos de los que nos rodean tengan razón o no y no contentos con eso, llegado el momento  nos mofamos, insultamos y agredimos los conceptos  ajenos  integrándonos en esa masa anónima que se acoge a la libertad de expresión, sin caer en la cuenta que nuestra libertad acaba en donde empieza la de los que no opinan como nosotros.
Todo viene a cuento de lo que se está escribiendo y opinando sobre algo que se veía venir desde hace mucho tiempo y no se ha querido intervenir para no herir a las partes y ahora se rasgan las vestiduras. La pitada al "Himno Nacional"  del sábado pasado en el partido de la final de fútbol de la copa de España, sería inconcebible en países como Francia Inglaterra, Estados Unidos y tantos y tantas naciones en los que la identidad con sus símbolos es total a pesar de las diferencias ideológicas o etnológicas.
Se puede entender que no se esté de acuerdo con determinadas actitudes políticas, que se discrepe de la forma de acometer soluciones. todo es entendible y forma parte de lo que la sociedad actual demanda de los políticos y dirigentes, la confrontación, hasta ahí de acuerdo pero hay un concepto que se debe de tener en cuenta y no es otro que LA BUENA EDUCACIÓN, ese y no otro enfoque debería de haber sido el punto de inflexión, lejos de legalismos e imposiciones.
Los que debieron trabajar en ello no lo hicieron, antes bien se encargaron de avivar el fuego con injustificadas manifestaciones, mal educados quienes se olvidaron de la CORTESÍA y la HOSPITALIDAD que se le supone a quien acoge a gentes venidas de otros lares y quienes organizaron la visita debieron ser comedidos en sus actos, sin prepotencia, evitando lo que degeneró en un acto GROSERO y  sin la  ELEGANCIA que debe presidir un acto deportivo de tal magnitud.
Naturalmente se volverá a atacar al fútbol como causante del desatino y el agravio que supuso el sonrojo de quienes se vieron inmersos en tan DESCORTÉS espectáculo y  que no fue el fútbol precisamente.
                                     Un gran expectáculo para disfrutar sin más solo es  fútbol


Puede que esté equivocado y que en el mundo en el que nos movemos no quede sitio para concesiones y que la buena educación esté en desuso pero yo haré caso a mi madre que sin saber leer ni escribir me enseñó a respetar a los demás y a procurar portarme con "modales" que decía ella y con eso ya me siento satisfecho 





                 1-Junio 2015


ALHAMAR











                 

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón del mundo. Hemos llegado a tal extremo que da miedo presenciar un partido de fútbol. Y lo peor es que dudamos. que lo puedan arreglar. Una pena.
    Abrazos

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    1. No es el fútbol el culpable de los desatinos de quienes gobiernan y quieren manipular actos que nada tienen que ver con la política.
      El fútbol es un deporte de once contra once con unas reglas establecidas que un árbitro sanciona, pudiendose equivocar como se equivoca el delantero que falla un gol o el portero al que le meten un gol tonto

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