martes, 26 de noviembre de 2013

AL CALOR DE UN BUENA LUMBRE

(qué bien las siestas otoñales...)


Como cada año,  y ya hace unos cuantos, con la llegada de los primeros fríos se hace necesario poner en funcionamiento, mejor dicho, es preciso  encender la lumbre y no es porque la casa no disponga de otros medios de confortabilidad térmica, ( calefacción, A.A.) es solo que en esta casa nos encanta la sensación que da el fuego encendido en la chimenea, bueno y no solo a nosotros, todo el que entra en nuestro salón se aproxima a la calidez de las ascuas y no son pocos los que arriman una silla y disfrutan con el flujo continuo y serpenteante de las llamas al consumir la leña que cruje y chisporrotea conforme se va convirtiendo en el calor que desprende hacia quien las contempla.

Tal vez porque me crié en un hogar en el que la lumbre de la chimenea presidia toda la actividad de la casa, siento especial devoción por la chimenea de leña y cuando pasamos a hacernos cargo de esta casa lo primero que quise fue respetar la chimenea ya existente en contra de no pocas opiniones que lo primero que querían era hacerla desaparecer por cuestiones de limpieza, de espacio, de trabajo.....ahora son las primeras que añaden un tronco cada vez que se arriman a ella
Como ya dije, en los años de mi infancia, en todas las casas o en casi todas, la lumbre baja era el instrumento con el que se realizaban varias funciones, dar calor, cocinar, reunir a la familia, conversar con el visitante, que se yo, podía hacerse cualquier cosa; y si era en las frías tardes de invierno, asar castañas o bellotas, hacer palomitas en una sartén vieja y asar patatas que con tan solo un poco de sal resultaban exquisitas, todo podía ocurrir alrededor de "la lumbre" en la que se contaban mil historias que entretenían el tiempo.

Y había que ver como las amas de la casa se esmeraban cuando tocaba la limpieza general en pintar y delimitar lo que entonces se llamaba "el humero" que como se puede suponer era la parte por la que las llamas y el humo incidían de manera mas notable: la parte oscura la rascaban y luego repintaban con una pintura que se llamaba "negro humo"? y las partes de fuera de la chimenea se encalaban y recortaban a todo lo largo del fogón de manera simétrica perfecta
Naturalmente como la lumbre tenía que servir para muchas cosas, era de dimensiones amplias en altura y en anchura; disponían todas ellas de sus correspondientes "morillos" que servían para crear corriente de aire  apoyando sobre ellos la leña que ardía con mayor facilidad y evitando? en lo posible la creación de excesivo humo que en muchos caso era casi inevitable pues no todas las chimeneas estaban orientadas y concebidas correctamente.

Tampoco podía faltar la cadena colgada dentr de la propia chimenea con varios ganchos en los que se colgaban calderos con agua que una vez caliente servía para el aseo personal para cocinar,  fregar, lavar, etc. no olvidemos que los medios para calentar agua de los que disponemos hoy eran impensables en este pueblo hace solo 60 años y no solo se calentaba agua también se cocinaba en aquellos calderos que desgraciadamente desaparecieron.
Las sartenes eran recias de hierro puro y duro nada de teflon o cerámica que a la más mínima se abollan y hay que tirarlas. de aquellas sartenes y de donde se apoyaban (trévedes o estrévedes se llamaban) para guisar hablaré otro día y también de los pucheros y ollas que se utilizaban y prometo fotos .

Las chimeneas al ser de amplias dimensiones permitían una buena carga de leña y una vez acabada la elaboración de las comidas y guisos no era extraño que un gran tronco e incluso las peanas de chaparros y encinas o jaras ocuparan una buena porción del fogón incluso siendo necesario ir arrimándolo conforme el fuego desgastaba las partes en su contacto, con ello se conseguía, primero tener asegurada la lumbre un buen rato e incluso toda una noche pues en algunas casa en el invierno el fuego no se apagaba en ningún momento y solo se iba retirando la ceniza sobrante que por otra parte por las mañanas servía para encender los braseros de cisco que en casi todas las casas existían. en segundo lugar el meter trozos tan grandes no era por otra cosa que no poder trocear de forma mas liviana las piezas, dado que los medios disponibles entonces para el troceo no iban mas alla del hacha, el sierro y las cuñas y el marro que no siempre lograban lo que se deseaba

Tal era a veces la fuerza de las llamas que en algunos casos llegaron a prenderse las chimeneas pues los propios hollines y el exceso de llamas daban lugar a situaciones comprometidas para la seguridad  no ya de la propia sino de las casas de al lado, en estos casos siempre había el valiente o el osado que provisto de un saco o una manta empapados en agua se encaramaba en el tejado tapando la boca de la chimenea y cerrando con ello el tiro de las llamas apagándose pero eso si la humareda dentro de la casa obligaba a desalojar durante un buen rato la casa afectada y las consiguientes consecuencias; yo también vi en alguna ocasión apagarlas con un tiro de escopeta, lo cual requiere arrojo, serenidad y rapidez pues consiste ni más ni menos que en disparar un tiro por dentro del propio tiro de la chimenea con lo que la onda expansiva de la explosión desprende las partes candentes agarradas a las paredes de la chimenea cayendo en el propio fogon en forma de brasas incandescentes,(de ahí la rapidez y la serenidad, el arrojo ya vino antes)

 Como quiera que me parece que me estoy extendiendo en esta entrada otro día haré una extensión  de lo acogedora que resulta una buena lumbre de leña y lo placenteras que pueden ser las siestas y las charlas con los amigos alrededor de un café y elfuego como fondo


                                                      Las castañas salen buenísimas


                                       ALHAMAR






                                  













                                   

















                                            

2 comentarios:

  1. Todos estos recuerdos habrá que imprimirlos, creo que tus entradas son un testimonio valiosísimo. besos

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  2. Hola buenos días! Me ha gustado leer sus vivencias y conocimientos sobre la lumbre y la chimenea, espero leer otra entrada suya. Gracias! Saludos cordiales.

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