martes, 19 de noviembre de 2013

YA VUELVO ( no he estado perdido solo un poco ocupado)

  
                                                                                                                                                                 
                               Aunque no lo parezca esto es un café tomado muy cerca de Via Véneto en Roma


Pues si ayer mismito regresamos de la famosa "Ciudad Eterna" en la que mi mujer y  yo hemos pasado el último fin de semana, en un viaje organizado y pagado por nuestra hija y "el Franchute" como llama ella a nuestro yerno.
El viaje ha resultado genial, pues si el principal motivo era estar con nuestra "niña", no es menos cierto que la bonanza del tiempo nos ha facilitado que   los días nos hayan cundido lo suficiente como para recordar anteriores viajes y disfrutar de las siempre impresionantes maravillas de Roma.
Naturalmente una ciudad como la que nos ocupa no precisa de descripciones exaustivas pues la historia y sus legados magnifican lo que sin ellas dejarán a la ciudad como una urbe antigua y desfasada para los tiempos que corren.

Roma es una ciudad desorganizada en casi todos los conceptos, urbanísticos, logísticos, sanitarios, una ciudad que al crecer lo ha hecho sin un plan establecido solo a impulsos de lo que el grandioso legado histórico y artístico ha obligado a improvisar.
Dicen que la culpa la tiene precisamente ese infinito manantial  de historia que obliga a improvisar y no se puede preveer con tiempo, yo pienso más bien que es la propia idiosincrasia de los italianos la motiva estos despropósitos, como poner un paso de peatones enfrente de un árbol centenario que ocupa todo el paso, o en la estación de tren de Trastévere vértelas y deseártelas para poder acceder a ella.

Otra cosa que me deja alucinado es que en los transportes públicos son pocos o ninguno los nativos que abonan el correspondiente billete, solo los foráneos y turistas pagan la tarifa que por otra parte no es cara pues con un billete de 1,50 € puedes subir y bajar de cualquier medio de transporte en los 100 minutos siguientes a su validación.
Autobuses y tranvías suelen ir abarrotados con lo que eso supone y si tenemos en cuenta la mescolanza de habitantes y turistas no siempre en las mejores condiciones higiénicas, puede uno imaginarse muchas cosas.

De los tesoros que se pueden ver en Roma no voy a hablar pues para eso están las guias turísticas que lo explican con detalle pero no puedo dejar de resaltar el gentío que durante estos días han poblado la ciudad; un ejemplo, para visitar la Basílica de San Pedro, tuvimos que aguantar más de una hora de reloj  en una cola que daba la vuelta atoda la plazaY no puedo dejar de resaltar la desagradable impresión que sufrí cuando visitamos la Capilla Sixtina en donde probablemente éramos¡¡ mas de seis personas por metro cuadrado!!... Lamentable.
Quién diga que disfruta viendo así una obra de arte o no tiene ninguna sensibilidad o el arte les trae al fresco.

En fin un viaje bonito en el que el alojamiento ha estado fenomenal en el servicio y en la atención (no se en el precio) y la queja queda para esos vuelos que aprovechando lo del "low cost" o como se diga, hacen con los pasajeros lo que les da la real gana, para la ida una hora de retraso sin ninguna explicación y para la vuelta más de lo mismo pero doble, ¡ah! y si no sabes más que el español tienes que adivinar lo que te están diciendo.
Bueno basta de quejas; el viaje como decía ha estado genial y quiero dar las gracias a nuestros hijos "franchutes" por este regalo que nos han ofrecido, que los próximos sean tan buenos como este.

       
                          
                         Debió ser grandiosamente magnífico el Coliseo en su apogeo

                                 
      
                        Aquí dicen que fue en donde mataron a Julio César


    Una visita a Roma da mucho de si


                             ALHAMAR




           

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