jueves, 26 de septiembre de 2013

FINAL DE VERANO

" El final,... del verano,.... llegó.. y tu partirás."
 Así decía un antigua canción de los años 60 que cantaba "El Dúo Dinámico" que de forma melódica y nostálgica recordaba el verano romántico que acababa de dar paso a un nuevo otoño. 

Aquellos años en los que nuestras preocupaciones no iban más allá de si una chica o chico se acordaría de nosotros más o menos tiempo después del verano, pasaron hace mucho tiempo y ahora vemos  el paso de una estación a otra como el cambio natural de formas y vivencias que por razones climatológicas tenemos que ir asumiendo, aunque como en el caso de este año el verano se alargue y podamos disfrutar de más dias de calor y buen tiempo.

En los tiempos juveniles, era la nostalgia romántica la que nos embargaba en los primeros días del otoño y añorábamos las jornadas con la pandilla de amigos y amigas en el rio, la piscina, o los guateques en el patio de algún amigo y porqué no los bailes con orquesta en "La Armonía Pradeña"
Se acababan las fiestas de Septiembre y todo volvía su rutina , los que estudiaban a sus estudios los que trabajaban a sus ocupaciones y los que simplemente venían a pasar el veraneo retornaban a sus orígenes y en algunos casos pasaban muchos años en volver al pueblo, si es que lo hacían.

Como decía antes ahora la nostalgia se nos manifiesta de otra manera, aunque también recordemos los ratos pasados con nuestros amigos, no en guateques ni bailes sino compartiendo el humo y los productos de una barbacoa, el sabor de una paella, y los momentos de entrañables de amistad y conversación que al fin son lo más importante de cada reunión.

Llegadas estas fechas los vecinos de alrededor recogen todos sus utensilios veraniegos, los guardan a buen recaudo de pronto te das cuenta que de un día para otro se han marchado, cerrando a cal y canto puertas y ventanas hasta el año que viene.
Ya no se escuchará por las noches el sonido de la televisión en el patio, ni percibiremos el murmullo de las conversaciones que en las noches calurosas de Julio y Agosto inundan patios y jardines de la urbanización, ni el chapoteo jubiloso de niños y mayores en las piscinas, que apagarán sus depuradoras y dejaran de zumbar en su funcionamiento a la caída de la tarde y en las mañanas estivales.

Toca recoger mesas y sillas, sombrillas y cuantos accesorios nos han hecho agradables los meses pasados, las cortinas y los toldos para el sol hay que amarrarlos y asegurarlos para que los vientos del Otoño y los rigores del Invierno no estropeen lo que esperamos volver a utilizar el próximo verano; nos preparamos en fin para "hibernar",: Habrá que ir echando un ojo a la chimenea y preparándola para que no nos pille de improviso si los fríos decidieran presentarse sin ningún preámbulo.
Barreremos hojas y restos de lo que hasta ahora lucía verde y exuberante y  las tardes desapacibles de Otoño las emplearemos en hacer nuestra carne de membrillo, nuestro arrope y en asar castañas al amor de la lumbre. 


             ALHAMAR

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